soy feliz
el hombre que sella el cajón
sólo me hace pensar
en qué mierda de trabajo
es sellar cajones
materializar lo inevitable
con un poco de fuego
programado
regular
y azul
bordeando el hexágono
que bordea lo
que son los bordes
de aquel cuerpo
sólo bordes.
y que esta felicidad
asco de palabra
es tan, tan cara
que en el vendaval
arrasó con cada riesgo
y cada promesa
capaz de elevarme
(de esta mierda de vida,
que no te mientas,
no se diferencia a la del
pobre gil que sella)
que me alce
a media uña del suelo
y así estoy
también muerta
de manera evitable
pero qué joder
bien se siente
muerta y amarilla
fría
noviembre 16, 2011
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AME, AME URGENTE